ACUSAN Y DESCUBREN a Sánchez “DR0GADO” DE SUSTANCIAS en Galicia: “VA HASTA ARRIBA”

**ACUSAN Y DESCUBREN a Sánchez “DR0GADO” DE SUSTANCIAS en Galicia: “VA HASTA ARRIBA”**

En medio de una crisis devastadora por incendios que arrasan España, el presidente Pedro Sánchez ha causado un verdadero revuelo tras su aparición pública, donde su comportamiento errático ha llevado a muchos a especular sobre su estado. Después de 11 días de silencio, Sánchez se presentó ante los medios con gestos raros, miradas perdidas y movimientos nerviosos, lo que desató una ola de críticas en redes sociales. Los ciudadanos, que han perdido todo en esta catástrofe, se preguntan: ¿dónde estaba el presidente mientras el país ardía?

La rueda de prensa, lejos de ser un mensaje de consuelo y unidad, se convirtió en un espectáculo digno de una comedia tragicómica. Con una actitud más propia de una fiesta desenfrenada que de una crisis nacional, Sánchez parecía haber salido de una noche de excesos. Sus balbuceos y frases incoherentes dejaron a muchos preguntándose si realmente estaba al tanto de la situación que enfrenta España.

Las redes sociales estallaron en indignación, con memes y comentarios que comparaban su actuación con un episodio de “The Walking Dead”. La percepción pública es clara: el presidente no solo ha fallado en su deber de liderar, sino que su regreso ha sido más un chiste amargo que un alivio para un país en llamas. Mientras miles de familias sufren, su mensaje quedó ahogado entre gesticulaciones erráticas y una falta de empatía que ha dejado a la ciudadanía perpleja.

La situación se agrava con la aparición del ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, quien también mostró una actitud desconectada de la realidad. En un momento crítico, su presencia parecía más un holograma que un líder activo. La incredulidad se apodera de la nación mientras se cuestiona la capacidad del gobierno para gestionar la crisis.

La imagen de un presidente perdido y un gabinete descoordinado no solo pone en duda su credibilidad, sino que también refleja una profunda crisis de confianza en las instituciones. España observa con indignación y humor negro, preguntándose si lo que arde no es solo el campo, sino también el respeto por quienes nos gobiernan.