En un emocionante y sorpresivo evento, Mirtha y Elena Roger deslumbraron al público con una interpretación magistral de “Non, je ne regrette rien”, la emblemática canción de Édith Piaf. La actuación tuvo lugar en un escenario que vibraba con la energía de los asistentes, quienes no pudieron contener sus aplausos y vítores ante el talento desbordante de ambas artistas.
A medida que las notas de la canción llenaban el aire, la voz de Elena Roger, poderosa y emotiva, resonó con una fuerza impresionante, dejando a todos boquiabiertos. “¿De dónde sale esa voz?”, se preguntaban los espectadores, maravillados por la intensidad y la pasión que la cantante transmitía. Mirtha, por su parte, aportó su carisma y presencia, haciendo de la actuación un momento inolvidable.
Los recuerdos de la infancia de Roger, donde su amor por la música se forjó, emergieron en la conversación posterior al recital. La artista recordó cómo, desde pequeña, se sintió atraída por el canto lírico, un camino que la llevó a ganar un concurso que la llevó a Bariloche. Su historia de dedicación y talento se entrelazó con la magia de la presentación, creando un ambiente de nostalgia y admiración.
El público, completamente cautivado, se puso de pie en una ovación que resonó en todo el recinto, celebrando no solo la interpretación, sino también la conexión emocional que se había creado. La actuación de Mirtha y Elena Roger no solo fue un homenaje a la música, sino un recordatorio del poder del arte para unir y emocionar. Este evento quedará grabado en la memoria de quienes tuvieron la fortuna de presenciarlo, un verdadero testimonio del talento argentino que sigue brillando con fuerza.